GHP: Grandísimos Hijos de Puta

Hoy he ido al cine. Sí, pequeños, esas habitaciones grandes y oscuras, no las de las traseras de algunos bares, esas a las que vosotros también ibais antes de tener Internet. De hecho, casi había visto ya la mitad de la cartelera sin ir al cine en 6 meses.

Pues sí, he ido a ver Silent Hill, peli que tenía muchas ganas de ver como buen friki que soy (y algo nerd) y futuro gafapastoso.

Al principio todo iba bien, en el cine estábamos nosostros dos y dos octogenarias (que cabrón el nieto que les recomendaría la peli) que entraron sorpresivamente (lo cierto es que a la salida no las vimos...).
Los problemas comenzaron 10 minutos antes de empezar la peli, cuando empezaron a entrar hordas de niñatos imberbes y suprahormonados. Entraban de tres en tres, de cuatro en cuatro y hasta de quince en quince llegando a ocupar toda una fila de asientos. Algo olía a podrido en aquel cine.

Comienzan los trailers. Eso parecía un puto gallinero, entre que fulanita no se atrevía a pedirle salir a menganito, que menganita se había depilado con cera tibia, que fulanito creía que las tetas de menganita eran muuuucho y demás gilipolleces, sumado con los míticos rezagados, ahora mismo no sabría decír que trailers echaron.

Empieza la película, con la música original del videojuego y mientras que a unos se nos humedecían los ojos de emoción, a otros se les secaban las bocas de no callar. La cosa no mejora sino todo lo contrario, con el primer susto se produce una cacofonía formada por gritos histéricos de adolescentes bisbalianas o bustamantinas, risitas nerviosas de malotes acongojados y carcajadas fuera de lugar acompañadas de chascarrillos varios tan graciosos como un predictor rosa en las manos temblorosas de tu novia.

Entre los grupúsculos que nos circundaban podemos destacar al grupo que ocupaba toda una fila, justo una por delante de la nuestra, a estos, de ahora en adelante los denominaremos "cheerleaders & babosos"(la peli era algo secundario, solo estaban ahí para jugar al teléfono escacharrado y de paso, intentar pillar cacho).

La tropa que nos flanqueaba por la derecha padecía el extraño tick o manía compulsiva de tener que comentar todas y cada una de las escena de la película, casi siempre para mal, cosas como "vaya tontería", "uy que ordinariez", "vaya pelos" y similares (eran carne de película de Meg Ryan, no se como acabaron en nuestra sala).

Quizás la decepción más grande me la lleve con un joven compatriota friki que se sentaba justo detrás de mí, acompañado de dos chicas, que antes de comenzar la película les estaba contando alguna anécdota que empezaba así: "Un tío que estaba viciado a los juegos online, que tenía a la mujer y a la hija abandonadas, y ¡era un señor de 30 años!" Era un señor de 30 años. YO TENGO 30 AÑOS, recién cumplidos, Y NO SOY UN SEÑOR, cuando tenga 40 que seré, ¿un abuelo? Pero tranquilos que lo llevo bien, eh? Eso sí, durante la peli como una tumba, aunque antes de empezar amenazó con contar el final, pero se portó.

Vuélvete a reír!!
Te desafío, te desafío dos veces, cabronazo!!

Y el premio de la tarde se lo llevó la piara que amenazaba constantemente a nuestras 7 en punto, unas 4 o 5 niñas de unos 12 años que se dedicaban a reirse estilo Loreto Valverde, vocear como si estuvieran en un burdel de Bangkok y entrar y salir de la sala como si tuvieran la vejiga de las octogenarias anteriormente mencionadas (¿qué habrá sido de ellas?) Tal era el escándalo que formaban que varios espectadores colindantes hasta se levantaron para llamarles la atencion con bastante mala hostia, pero ni por esas. 5 minutos de silencio y... show must go on.

Puto infierno de sala, llegamos a oír hasta tres móviles y sus propietarios, lejos de avergonzarse, contestaban como si estuvieran en su casa. Medio cine hablando durante toda la película, el otro medio resoplando, el infierno de la pantalla se adentraba lentamente en aquella sala.

Conclusión:
1.- Si pagas 6 eurazos para ir al cine y te pasas la peli tocando los huevos al personal porque pasas completamente de la película eres un GHP: Grandísimo Hijo de Puta.
2.- Espero que los del cine se hayan quedado bien con mi cara porque no la van a ver en muchísimo tiempo, que se vuelvan a quejar de la piratería, emule, etc. A partir de ahora todo screeners y a verlos tranquilito en casa.
3.- Pido formalmente la recuperación de los campos de exterminio para estos sujetos y/o la esterilización quimica de los cabrones de sus progenitores.
4.- ¿Qué fue de esa figura hosca y amenazante? ¿Qué fue del acomodador cabrón? ¿Se extinguió a causa de los multicines? Vuelve acomodador cabrón, vuelveeeeeeeee...


Por cierto, la peli de puta madre, lo poco que nos dejaron verla, pero de eso ya hablaremos otro día amiguitos...